Llegamos a entre los puntos mucho más esenciales de la isla, ¡sus playas! Esta una parte del territorio es bien conocida por sus increíbles aguas distendidas de color turquesa, que son escogidas todos los años por turistas de todo el planeta como rincón para pasar el verano en Italia.
Si tienes ganas de saber cuáles son las mejores playas de Sicilia, en el producto charlamos de las 20 mejores, si bien pienso que jamás he visto ninguna fea en este sitio. Ahora te contamos cuáles son los mucho más conocidos, por el hecho de que si son conocidos, ¡por algo va a ser! ¿No?
Etna
El volcán Etna es una visita obligada si andas en Sicilia. Se encuentra dentro de las primordiales atracciones turísticas de la isla y no puede faltar en tu viaje a Sicilia.
Desde Taormina y Catania, varios miradores dejan admirarla desde lejos. Pero como está tan cerca, sería una lástima perder la posibilidad de subir para poder ver su cráter, ¿no?
Si vas a conducir en Sicilia, inspecciona la cuestión del estacionamiento
Mi primer consejo si vas a viajar en vehículo en Sicilia es reservar siempre y en todo momento un hospedaje que tenga la oportunidad de estacionamiento . Con esto te ahorrarás varios quebraderos de cabeza, tanto en el momento de buscar un hueco para dejar el vehículo como en el momento de irte a reposar relajado con la seguridad de que lo has dejado en un espacio seguro.
En nuestro hospedaje nos ofrecieron distintas resoluciones. En Catania, el dueño del apartamento tenía un convenio con el dueño de un aparcamiento privado próximo, a quien le dejamos el turismo con la llave (si bien al comienzo vacilamos de esto último, no lo niego) y se quedó en su estacionamiento a lo largo de la noche. En Scala dei Turchi el hospedaje disponía de plaza de estacionamiento, con lo que el vehículo dormía en la puerta de casa. Al final, en Palermo, el B&B aconsejó un estacionamiento público próximo, justo al filo de la región de tráfico limitado.
Qué conocer en Palermo
A lo largo de milenios, Palermo fue conquistada y pasó entre fenicios, helenos, árabes, vándalos, normandos y españoles antes de transformarse en la ciudad más importante de Sicilia, que sería una parte de una Italia unificada bajo Garibaldi en el siglo XIX.
Las construcciones de Palermo detallan las cicatrices perceptibles de la Segunda Guerra Mundial, pero sus puertas ocultan palacios que aún llenan las princesas descendientes de la Casa de Borbón, que rigió aquí a lo largo de mucho más de un siglo. Las etnias del Medio Oriente, Europa y África han influido en todo, desde su comida hasta su arquitectura y su dialecto.
Leonardo Sciascia
Hijo de un gerente de azufre, Leonardo Sciascia experimentó de primera mano las adversidades de una sociedad siciliana enferma inficionada por la corrupción política y la crueldad mafiosa. Y unas ocasiones de manera esconde y velada, o en otras oportunidades con la fuerza de cimitarra de los sultanes de Palermo, trató temas como la estupidez de manera ejemplar en sus libros.
Con referentes como Cervantes y José Ortega y Gasset, cuya ironía, valor y animadversión supo tomar por carecer de cultura, Leonardo Sciascia pertence a los referentes universales de la siciliana y, por extensión, del italiano. Literatura. En sus proyectos trata de reflejar que la «sicilianidad» entendida con sus virtudes y sus defectos, puede extrapolarse a cualquier rincón de todo el mundo donde se haya perdido el respeto por la realidad y la ética.